miércoles, 28 de marzo de 2012

Las resurrecciones de Lázaro




La máquina narrativa del Lazarillo de Tormes está construída, o digamos que funciona, de la siguiente manera. Hay una serie, que se prolonga como una cadena, en la que Lázaro muere y resucita continuamente. En primer lugar, muere de hambre. Es empujado por la serie de sus amos a una muerte lenta por escasez de alimentos recibidos. Como Lázaro no tiene manera de aumentar la cantidad de comida que recibe por vía, digamos legal, puesto que está empleado con sus amos a vida completa; no puede hacer horas extras, no cabe ese concepto en su existencia económica. Tiene entonces que procurarse la materia prima que a su cuerpo le falta para no perecer mediante el hurto. Robando comida a sus amos. La primera muerte pues es por hambre. Un hambre programada y calculada mediante la violencia. La primera resurrección es el robo. Luego, cuando Lázaro es descubierto, es castigado mediante la violencia física: palos, patadas, mordiscos, arañazos, etc. La violencia a secas reprime su rebeldía. Esta es su segunda muerte. Tras haber sido reducido a un estado deplorable por los palos del amo, Lázaro tiene que ser curado por el mismo amo, pues su servicio lo vale. He aquí su segunda resurrección. Esta vez su reanimación se produce mediante el cuidado médico, y la medicina empleada es el remedio entre los remedios: el vino. A continuación la rueda vuelve a girar: otra vez el hambre, otra vez el robo, la paliza, el vino. Hambre, robo, golpes, vino.

Lázaro habita una realidad constituída por la violencia y es la propia violencia la que sustancia el tan alabado realismo de la novela. Lázaro ha de poner en práctica su propio realismo sino quiere ser consumido por la violencia. Sus técnicas de resurrección violentan ellas mismas el orden violento en el que alientan. La novela es precisamente eso, el relato del funcionamiento de un orden violento. Y en un orden violento no puede haber más que una cadena contínua de muerte y resurrección, lo que constituye el resorte narrativo de la obra.

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